Dentro de las películas mencionadas, Sunrise: A Song of Two Humans de Murnau, es un claro ejemplo del dominio de la luz en aquella época (1927). Se trata de un film en blanco y negro pero de muchos contrastes. Los encargados de la iluminación, Charles Rosher y Karl Struss (ganadores del Oscar a Mejor Fotografía en 1928 por esta película), logran una amplia escala de grises en cada fotograma. Vemos también como, a través de la película, la iluminación parte la composición de la imagen en dos. Reforzando de este modo la idea de separación entre los amantes y el contraste que existe entre estos dos mundos: el del campo y el de la ciudad.
A continuación comentaré algunos fotogramas de la película con la intención de que empecemos a fijarnos en la iluminación.
Imagen 1: La ciudad se presenta luminosa, como un sueño, llena de promesas y una actividad frenética. Las imágenes se yuxtaponen y evoca un espacio onírico.
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Imagen 2: El personaje de la mujer de la ciudad es oscuro y viste casi siempre de negro. Los escenarios donde se presenta tienen muy poca luz y siempre es de noche. En este caso, la única fuente de claridad es la de una vela y aunque sabemos que han empleado luz artificial intentan ser bastante sutiles.
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Imagen 3: La esposa, en cambio, es un personaje luminoso. Completamente bañada por la luz evoca la pureza y la inocencia. Existe también una clara composición diagonal que es una característica del movimiento expresionista alemán.
Imagen 3
En el fondo la mujer de la ciudad a contraluz, en un vestido totalmente negro. Una imagen creada para darnos a entender, sin necesidad de palabras ni textos, el desequilibrio que ella genera en este nuevo lugar.
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Imagen 5: En esta imagen de los amantes juntos percibimos la luz nuevamente de forma diagonal. Va del extremo superior izquierdo, donde se ubica la Luna, hacia la cara de los amantes. Esta línea marcada los separa indicando que pertenecen a dos mundos diferentes.
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Imagen 6: Otra escena con iluminación diagonal. Esta vez se trata del día y, en oposición a la noche, lo hace de derecha a izquierda. La luz por la ventana se presenta como símbolo de esperanza y alegría.
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Imagen 7: Fotogramas como este de siluetas dibujadas por la luz adquieren un innegable valor artístico y se repiten a lo largo del film.
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Imagen 9: La escena del arrepentimiento. Él con la mirada perdida y ella iluminada como un ángel. Otra bella imagen que demuestra un impresionante dominio técnico de la luz para la época. También reafirma que en el cine las imágenes valen más que las palabras.
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Imagen 10: Aún escenas como esta, dónde la iluminación es poco natural, logran un resultado visual potente.
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Imagen 11: La última escena de los esposos termina con un beso que ilumina toda la habitación. Se trabajan algunos efectos para evocar al sol y sus rayos.
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Imagen 12 : Finalmente un bello amanecer en el campo. Poco a poco la oscuridad se disipa y da lugar a este nuevo día donde renace el amor de esta pareja.
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