Luz + Arte | Dan Flavin

Durante siglos, la luz ha sido objeto de fascinación para muchos artistas. Desde su representación en los retablos medievales hasta su estudio por los impresionistas y, por supuesto, como elemento fundamental en la fotografía. A pesar de estas aproximaciones y puesta en valor, su uso como objeto en el arte se inició recién en el siglo XX. Artistas como LÔsló Moholy-Nagy o Thomas Wilfred son de los primeros en experimentar con ella y convertirla en parte importante de una obra.


Light Space Modulator de LÔszló Moholy-Nagy

Algunos aƱos despuĆ©s, en 1960, los artistas maximizan su potencial. Notamos una clara transición de emplearla como objeto a generar con ella un ambiente. Se descubre la gran capacidad que tiene para alterar nuestra percepción espacial. En aquel momento, grupos de artistas de movimientos vanguardistas como Zero de Dusseldorf, fundado por Otto Piene y Heinz Mack, exploran nuevas posibilidades.


Lichtraum de Otto Piene

De forma particular, el artista americano Dan Flavin investiga las propiedades y cualidades de uno de los objetos mĆ”s comerciales del momento: los tubos fluorescentes. Pionero en su uso y por ello conocido como el "escultor de la luz fluorescente", creó todas sus obras empleando solamente lo que conseguĆ­a en el mercado: tubos fluorescentes de 2, 4, 6 y 8 pies, en una paleta limitada de 10 colores entre los cuales 4 eran blancos.

Se formó como técnico meteorólogo en la fuerza aérea y posteriormente estudió Historia del Arte en la New School for Social Research de Nueva York. Trabajó en el Ôrea de correo del Guggenheim y como guardia de seguridad. También como operador de elevador del MOMA. Fueron estos trabajos los que le permitieron conocer a grandes artistas como Ward Jackson, Sol LeWitt y Michael Venezia, con quienes posteriormente mantendría una relación de amistad.

Influenciado por el expresionismo abstracto y teniendo como referente a Marcel Duchamp, sus primeras obras se asemejan a los readymades de este último. Son una serie de assamblages de lienzos con diferentes fuentes de luz que denominó "Icons".


Icons de Dan Flavin

Esta fue su única obra con bombillas. A partir de aquel momento pasó a trabajar exclusivamente con tubos fluorescentes, a regular su intensidad, sus gradaciones, a mezclar sus colores, a probar diversas configuraciones en el espacio y, sobretodo, a explorar su relación con la arquitectura.


Greens crossing greens (to Piet Mondrian who lacked green)

Dan Flavin es seƱalado como la principal influencia por muchos de los light artists contemporĆ”neos. Su trabajo profundiza y busca nuevas formas de alterar nuestra percepción. Crea ilusiones en puntos cruciales de una habitación. Dirige, controla y construye la arquitectura. Sus obras son site specific, tal y como Ć©l las consideraba: son situaciones, no instalaciones lumĆ­nicas.

Su trabajo ha estado dedicado a políticos, filósofos, incluso a su hermano gemelo, pero sobretodo a artistas como él. Algunos ejemplos son: "Monument", dedicada al artista constructivista Vladimir Tatlin, o "Diagonal", dedicada al escultor Brancusi.


Diagonal (for Brancusi) de Dan Flavin

"Me gusta mÔs el arte como pensamiento que como trabajo. Lo he afirmado siempre (...) es una proclamación: El arte es pensar". Lamentablemente su obra fue calificada por algunos críticos de la época como "simples lÔmparas" o "accesorios de iluminación para pared".



Sus "situaciones" se encuentran hoy en el instituto que él mismo fundó y remodeló en Nueva York. Una antigua iglesia que anteriormente funcionó como estación de bomberos. Un espacio del cual quiso conservar algunos elementos, como por ejemplo la cruz, y evocar otros, como la entrada pintada de rojo . El espacio cuenta con 9 salas que albergan sus obras tal y como él quería mostrarlas.


The Dan Flavin Art Institute

Su light art no tiene grandes explicaciones, no posee una psicologĆ­a escondida o una espiritualidad abrumadora. Es lo que es, y es exactamente el tipo de arte que hay que experimentar para poder valorar o criticar. Es un arte que conecta y se comunica directamente con nuestras emociones.



Carla Sologuren

Diseñadora industrial. Visitante recurrente de museos y galerías de arte. Adicta al cine. Amante de la danza contemporÔnea. Cree en el karma, pero también en la evolución humana y en que todo puede mejorar. sologuren.carla@gmail.com

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